El infantil de Sergio Román obtiene un importantísimo empate y consolida su posición de ascenso a Primera
Partido muy duro el que disputaron los chicos de Sergio Román. Todos sabían lo importante que era puntuar en este encuentro y los de La Meca no defraudaron.
El choque comenzó de mala manera para los azulones. Salieron poco intensos, y el Vivero estaba repleto. La conducta antideportiva por parte de los jugadores de la Escuela, de los padres en la grada, y del propio entrenador rival, iba amedrentando por momentos a nuestros jugadores, que se vieron algo agobiados los primeros minutos del partido. Aun así, el juego desplegado por el equipo local no era mucho mejor que el de La Meca. En la primera parte se vio poco fútbol, y tan sólo en una jugada aislada a balón parado fue cuando los de la Escuela pudieron adelantarse, poniendo el 1-0 en el marcador.
Sin mayor dilación y con poco más que destacar llegamos al descanso. La segunda parte empezó igual que acabo el primer tiempo. La Meca no hilvanaba jugadas con peligro, no tenía la pelota, y cuatro minutos después de haberse retomado el partido, la Escuela aumentaba su renta, con otro gol a balón parado, tras una falta rematada por su delantero. Después de este gol todo eran risas para el equipo de el Vivero, los jugadores se jactaban en el campo, los padres alardeaban en la grada, y el 'mister' pedía que se perdiera tiempo. Fue en este instante cuando todo cambió. Román arengó a sus jugadores, y ellos, como nos tienen acostumbrados, respondieron a la situación. Empezaron a imprimir ese grado de intensidad que tanto les caracteriza, comenzaron a jugar la pelota, con transiciones rápidas y jugadas a la espalda de los defensas. Fue entonces cuando llegamos a los minutos claves del partido. Fueron cinco minutos donde se vivió de todo. Primero Javi en el 51 recortó distancias en el marcador, con un gol tras el semi fallo del defensa local. Un minuto después, cuando La Meca empezaba a creer, Edu era expulsado por el árbitro. Esto animó más a los de la EFRV, alegrándose porque el rival se había quedado con uno menos. Pero estos chicos jamás se rinden, y la alegría duró poco en el Vivero, ya que en el 56, tras un pase al hueco de ensueño por parte de Belinchón, Iván se zafaba de los zagueros y definía de manera sensacional, desatando la locura, marcando el 2-2.
Entonces fue cuando la prisa y los nervios empezó a apoderarse de la Escuela. Ya no se perdía tiempo, la tensión aumentaba. Pero La Meca estaba tranquila, habían hecho los deberes remontando un resultado adverso, y con uno menos el equipo estaba bien plantado en el terreno de juego.
Con este resultado llegamos al final. Los pupilos de Sergio Román, a falta de dos jornadas, dependen de sí mismos para ascender a Primera de infantil.