Los nuestros vuelven a saltar al campo con una empanada monumental: un gol en el segundo 30 de partido condenó a nuestros juveniles a empezar el partido remando en contra. Pese a que luego dispusimos de buenas ocasiones, no fuimos capaces de ni siquiera empatar el partido.
Segundo partido que jugamos en casa y segundo partido en el que nos meten gol al poco de empezar el encuentro. Desde luego, es un aspecto a corregir, porque esos goles son luego un lastre importante. Tras el gol, los ripenses estuvieron 15 minutos sin hacerse con el control del balón y el rival tampoco tenía mucho interés en hacerse con él.
Sobre el minuto 20, una falta lateral acabó con un remate de cabeza de Víctor Reina que se fue lamiendo la base del poste. Más tarde, un tiro lejano de Rubio impactó en el larguero. Y así nos fuimos al descanso.
Marcos y Alcázar entraron en el segundo tiempo junto a un cambio de sistema más que necesario. El resultado: un partido más loco. Eso sí, nos convenía, puesto que era la única manera de intentar marcar un gol. Sin embargo, el juego combinativo seguía brillando por su ausencia: no acabábamos de colocarnos correctamente y faltaba intensidad.
Pese a todo, el equipo tuvo varias ocasiones para conseguir la igualada e incluso ponerse por adelante pero ninguno de nuestros jugadores logró materializarlas. 4 puntos de 12 y una sensación de que los partidos se nos escapan por muy poco.