Partido muy duro, en el que la paciencia fue nuestra mayor virtud.
Las Cadetes venían de lograr una victoria muy holgada, pero trabajaron muy duro en los entrenamientos. Empezamos el primer tiempo dominando el encuentro, controlando el ritmo del juego. La defensa rival estaba muy atrás y era muy difícil crear espacios, ya que había constantemente diez jugadoras detrás del balón.
Durante la segunda mitad, el equipo salió con la firme convicción de que las cosas se estaban haciendo bien y con la seguridad de que las ocasiones iban a llegar. En el minuto 56, pudimos marcar el primer gol y el contrario tuvo que abrirse más para buscar el empate, lo que provocó que marcáramos dos goles más.
“El equipo está demostrando que ha madurado en cómo encara los partidos; sabe imponer su juego y las chicas quieren seguir creciendo”, indicó Diego Vilela al finalizar el encuentro.