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La ansiedad competitiva

  • Área de Psicología
  • 16 abr 2021
  • 3 Min. de lectura

Si alguna vez has practicado algún deporte y has participado en alguna competición, seguramente hayas experimentado los nervios, la tensión y los pensamientos negativos asociados al evento. Este estado que aparece antes o durante la competición es lo que se conoce como ansiedad competitiva.

¿Cómo se vive la ansiedad?


La ansiedad puede afectar de diferentes formas a las personas. Por ejemplo, hay personas que se ven afectadas a nivel fisiológico, aumentando su frecuencia cardiaca, el ritmo respiratorio, la sudoración e incluso sufriendo malestar en el estómago o en los músculos. Pero también tiene un componente cognitivo, produciéndose una cascada de pensamientos, preocupaciones o miedos que pueden alterar nuestras funciones cognitivas, como el nivel de atención o la toma de decisiones.


Beneficios e inconvenientes de la ansiedad en el deporte


Algunos deportistas informan de que la ansiedad facilita el rendimiento en la actividad y es que la ansiedad, por sí misma, no es algo malo que debamos evitar a toda costa, ya que nos ayuda a mantener un cierto nivel de activación para estar atentos a los múltiples estímulos del medio externo e interno. Sin embargo, un nivel de ansiedad excesivamente elevado o muy frecuente, provoca que las personas no puedan actuar adecuadamente. En las investigaciones con deportistas tanto jóvenes como adultos, se muestra cómo la ansiedad competitiva afecta negativamente al rendimiento del jugador, a su propio disfrute en la actividad y a su bienestar físico. Lo cual, a largo plazo, puede llevar al jugador a abandonar de forma temporal o total la práctica deportiva.


¿Cómo se produce la ansiedad?


La ansiedad se produce ante una situación que percibimos como amenazante y que desborda nuestros recursos para enfrentarnos a ella. En el caso deportivo, la ansiedad ocurre por aquello que la persona piensa sobre la competición y todo aquello relacionado con ella, tales como sus consecuencias, los rivales a los que nos enfrentamos, las motivaciones por las que el jugador participa, las exigencias tanto personales como de otras personas, su capacidad para afrontar dicho reto, etc.

El ejemplo más claro se observa cuando los deportistas piensan que el rival es difícil de vencer; en este caso, experimentan un nivel de ansiedad más elevado que cuando piensan que el rival es débil y que tienen ganado el partido. Este nivel de ansiedad sería positivo para los deportistas para mantener una actitud activa para enfrentarse al rival, siempre y cuando no se empiece a desencadenar una excesiva presión y malestar.

Otro ejemplo sería la ansiedad que se produce ante la preocupación excesiva del jugador por su propio rendimiento. Pensamientos como “no voy a estar preparado para la competición”, “hoy no es mi día, todo me va a salir mal” o “solo no podré hacerlo”, son ejemplos de pensamientos constantes y rumiantes en las mentes de los deportistas que hacen experimentar ansiedad. Todos ellos suelen manifestarse antes de empezar a competir.

Por tanto, la ansiedad que produce una situación varía de una persona a otra en función de la interpretación personal que cada uno le otorga a dicha situación. También hay que tener en cuenta que factores como la personalidad del deportista, la historia pasada en situaciones similares, los recursos para afrontar la situación y la capacidad para gestionar su ansiedad influyen bastante. Según todos estos factores, la ansiedad experimentada será más elevada o más baja y ésta influirá acordemente de una determinada manera en el rendimiento.


¿Cómo reducir niveles excesivos de ansiedad?


Desde aquí, te propongo que practiques la respiración diafragmática o abdominal en aquellas situaciones que te sientas ansioso. Es un tipo de relajación que consiste en respirar utilizando el diafragma, es decir respirar con el abdomen y no con el pecho. Para ello, coloca las manos en el abdomen e inhala llenando la tripa y exhala notando como el abdomen se hunde.

En el caso de que tu ansiedad sea desbordante y te limite en esas situaciones, ¡no dudes en acudir al psicólogo para trabajar los pensamientos negativos que pueden estar detrás de esa ansiedad!

Por Lucia Gili Pozo | Instagram @Psicolucia_gp


Bibliografía

Ramis, Y., Torregrosa, M., & Cruz, J. (2013). Revisitando a simon & martens: La ansiedad competitiva en deportes de iniciación / simon & martens revisited: Competitive anxiety in youth sports. Revista De Psicología Del Deporte, 22(1), 77-83. Retrieved from https://login.bucm.idm.oclc.org/login?url=https://www-proquest-com.bucm.idm.oclc.org/scholarly-journals/revisitando-simon-amp-martens-la-ansiedad/docview/2258691405/se-2?accountid=14514

Jiménez Lerín, A. y Vázquez Pineda, F. (2016). Manual de ejercicios en psicología del deporte: cinco habilidades psicológicas para el éxito deportivo. Madrid, Spain: Dykinson. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/universidadcomplutense/58246?page=89


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