La Meca de Rivas recibió a los de Mejorada con cinco jugadores cadetes en la convocatoria.
El equipo salió como de costumbre, queriendo imponer su criterio, esperando atrás al rival y saliendo con rapidez. La Meca contó con dos ocasiones muy claras que pudieron cambiar el signo del partido: un remate de cabeza de Pablo que fue a parar a las manos del portero y una ocasión de Alonso que pasó lamiendo el poste. Los visitantes tuvieron alguna ocasión más en los primeros quince minutos, pero no sería hasta el último minuto de la primera parte cuando se adelantaron en el marcador.
La segunda mitad no tuvo que ver con la primera, ya que el cansancio comenzó a pasar factura y, al encajar el segundo gol, el equipo se hundió físicamente.
“Los jugadores cadetes que fueron entrando para refrescar el equipo se esforzaron mucho y pelearon todos los balones, pero de cara al resultado no sirvió de mucho, desafortunadamente”, explicó José Romero al final del partido.
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