Mañana soleada y con cambio de horario matinal del partido. Se intuía cierta intranquilidad en los jugadores por el rival: el tercero en la clasificación y con tan solo un partido perdido en toda la liga ante el primer clasificado.
La Meca entró al partido con buena disposición, pero con un equipo rival convencido en dejar el encuentro zanjado desde el primer minuto. Y así parecía ocurrir con dos goles en el minuto dos y nueve. Posteriormente, Mark robó un balón en la banda derecha y cedió a Pardo, que se encontraba en la frontal del área y que marcó de tiro directo. Sin embargo, esto espoleó aún más a los locales, que en apenas dos minutos marcaron dos nuevos goles.
La Meca no podía dar la vuelta a este partido si no era con el esfuerzo conjunto de todo el equipo y siguió compitiendo como es habitual. En una vorágine de buen fútbol y goles, Pardo marcó el 0-2 en una jugada por la banda izquierda y llegando a la línea de córner dentro del área y, casi sin espacio, lanzó un disparo que se cuela entre el portero y el palo. Poco después Asier robó un balón en el centro del campo y tiro a puerta, aprovechando Lucas el rechace para convertir al equipo vallecano en un manojo de nervios.
El subidón de adrenalina en las filas ripenses fue brutal, culminando la remontada con un gol de Pardo de golpe franco directo. Sin embargo, el jugador más destacado del Sport Villa de Vallecas consiguió, desde su campo, zafarse de hasta cuatro jugadores de La Meca y batir al portero azulón de tiro raso y expeditivo. El gol cayó como un jarro de agua fría en el equipo ripense, pero La Meca no se dio por vencida: un gol fantasma, una jugada por la derecha de Asier que finaliza con una vaselina y el gol definitivo de la victoria de Hugo a pase de Pardo desde línea de fondo. Delirio. Éxtasis. Y así señaló el árbitro el final.
“Espectacular partido lleno de emociones y de confirmación de los valores que tiene este deporte y que lo engrandecen: trabajo en conjunto, humildad, esfuerzo, compañerismo, actitud positiva e ilusión, lo que viene a ser, en definitiva, un equipo”, explicó Julián Merino al final del partido. “Finalmente, me gustaría hacer una reseña a este estado de euforia, todos hemos de recordar que ganar es muy bonito, pero saber perder es todavía más importante, puesto que para ganar es muy importante tener ilusión y actitud positiva por hacer las cosas cada día mejor”, añadió.
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