Derbi local con sabor amargo para los azulones.
Los chicos salieron muy concentrados al partido, dominando prácticamente el juego en la primera mitad, pero generando ocasiones que no se materializaron en gol. Sin embargo, a falta de dos minutos para el final de esta primera parte, un mal pase al portero acabó en gol para el equipo rival, al que le tocó la lotería a tenor de lo que habían propuesta hasta ese momento sobre el terreno de juego.
El cuerpo técnico trató de que los chicos mantuvieran el estilo en la segunda mitad. La charla surtió el efecto deseado, puesto que los jugadores salieron incluso con más fuerza y confianza. Tras una gran jugada de Marcos, éste pasó a Sebas, que se internó por banda dejándole el balón en bandeja a Mario para que empatara el partido. La Meca mostró una gran versión, tratando de hacer daño por los bandos, aunque el colegiado señaló en varias ocasiones fuera de juego.
Lamentablemente, en un contraataque bien lanzado por los locales, Gonzalo llegó tarde sobre el jugador que había superado en velocidad a la defensa azulona, provocando un justo penalty. El rival estrelló el balón en el larguero y, cuando el reparto de puntos parecía un premio menor, un rechace quedó a merced del contrario tras un saque de esquina y los tres puntos se quedaron en El Vivero.
“Salgo satisfecho con el rendimiento de mis jugadores”, constató José Romero al final del partido.
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