Despertó la mañana oscura en el Polideportivo del Cerro del Telégrafo, como si fuera el preludio de lo que iba a ocurrir en el derbi ripense. El encuentro se preveía muy disputado y, aunque los nuestros habían trabajado muy duro durante la semana no fue posible sumar los tres primeros puntos.
Comenzó a rodar el balón en el Cerro del Telégrafo, sin que el dominio del balón fuera consolidado por ninguno de los dos equipos, a ambos se les notaba el nerviosismo y la ansiedad por finalizar las jugadas, en ocasiones de manera precipitada. Esto provocaba que no apareciera demasiado el juego combinativo y que gran parte del juego se desarrollara de manera directa, siendo atajado por nuestros futbolistas sin problemas.
Corría el minuto 30, cuando en una falta lateral, el equipo visitante lograba adelantarse en el marcador para llegar con ventaja al intermedio en lo que un despiste de nuestros chicos se convirtió en la alegría visitante.
En segunda parte, y tras el receso y la pertinente charla de vestuario, el equipo local saltó al campo con aires renovados y decididos a cambiar el sentido del partido. Sin embargo, con el equipo volcado en busca del empate, el equipo visitante dispuso de algunas ocasiones claras para poner distancia en el marcador, pero nuestro portero, Marco Cano, estuvo muy seguro bajo los palos para mantener en el partido a su equipo. Esto provocó que, en cierto modo, los locales despertaran de un largo letargo comenzando a darle un mejor trato al balón, empezando a aparecer el juego por el centro del campo donde nuestros centrocampistas se hacían grandes y ganaban duelos, la defensa se adelantaba para realizar una presión en bloque alto y ahogar la salida del balón rival.
Pero tras este arreón, el equipo visitante pudo poner el 0-2 en el minuto 53 con un gran disparo pegado al poste. Esto no hizo que los nuestros bajaran los brazos, si no que los espoleó haciendo que desde este momento el dominio se hiciera mas constante, deleitando con los mejores minutos del equipo hasta el final del partido. Llegaba el minuto 60, y tras un gran desmarque por banda izquierda, Mateo Calero con un gran control y conducción del esférico, facturaba un bello gol poniendo el 1-2 en el marcador, y aunque el equipo local apretó hasta el último minuto, nada pudo hacer para cambiar el resultado que lucía en el marcador.
“El equipo ha comenzado la temporada dudando de su identidad, pero con unas ganas enormes, y para ello trabaja todas las semanas de manera incondicional para recuperar esa identidad que la pasada temporada comenzó a interiorizar" analizó Sergio Santander. "Creo que el equipo necesita una inyección de moral y confianza, que haga que los chicos se crean capaces de conseguir logros cada vez más importantes” añadió.
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